Split Second

28 06 2011

   Como ya sabéis, me repito bastante al respecto, me gusta mucho, cuando inicio un proyecto, ojear lo que se ha hecho antes. Cuando, con Toni, e iniciado un cómic que combina ciencia ficción, futuros apocalípticos y nuevas culturas, era evidente que, aunque fuera a nivel inconsciente, nos regíamos por referentes que han pasado a la cultura popular.

            Tal vez, en mi caso, el que más ha influido en la dirección a tomar, ha sido Akira, el mítico manga de Katsuhiro Otomo. Su visionado en video ya fue un hito de los 90, pero el descubrir la obra impresa supuso una pequeña revolución en mi cerebro en cuanto a observar las posibilidades narrativas de la obra magna de Otomo.

¿Quién no ha querido conducir la moto de Kaneda?    

        Que duda hay, en que se debe mentar los films de Alien y su continuación, Aliens, en cuanto a inspiración. Ese mundo de metal que es en realidad la Nostromo, los ambientes de la colonia abandonada de la segunda parte, la cercania de una ciencia ficción que remite muy anclada a la realidad…

            Finalmente las películas de los años 80, la mayoría de ellas bastante malas, que retrataban futuros postapocalípticos herederos de la Guerra Fría. Los films de Terminator ni más ni menos.

O la obra magna del "postapocalipsismo" Mad Max...

            Pero no, hoy aprovecharemos esta vena nostálgica para hablar de un film que creo pocos habréis visionado: Split Second o como se tradujo: Segundo Sangriento.

            El film es un pura serie B que narrá la caza de un asesino en serie en un Londres post-apocalíptico. Básicamente, se distingue en que la ciudad está medio sumergida y tiene un aspecto muy descuidado, basura en las calles, etc, etc.

            El protagonista es un Rutger Hauer en horas bajas, que interpreta al típico policía duro de finales de los 80, principios de los 90. Igual que lo hizo Hauer lo podía haber hecho Bruce Willys, el “Chuache” o Stallone. Este policía sobrevive básicamente a base de café, chocolate y puros, al tiempo que está obsesionado con un antiguo asesino en serie que mató a su compañero. De duro que es hasta se llama Stone.

Para ser así de duro hay que llevar gafas de sol (de clara tendencia homosexual), puro en la boca (viva el cancer) y vestir de negro (pues ya lo decía Chuck Norris en su película "Los valientes visten de negro")

 Tienes que ser tan duro como para llevar gafas de sol (aunque te hagan parecer un autentico mariquitilla), puro en la boca, cuero negro por doquier y el reloj sobre el guante.

"Como se va a poner la mujer de la limpieza"

              En estas tres imágenes tenéis las claves para ser «asín» de duros: fumar puros, llevar gafas de sol (aunque te hagan parecer una mariquitilla), vestir de cuero y llevar el reloj sobre el guante. Ah! y exclamar cosas del tipo «Ese hijo de puta» ante una masacre.

          Para acabar de añadirle originalidad a la cinta, le asignan un nuevo compañero que es su antitesis: pulcro, obediente con las reglas, moderado… y como se supone, por contacto con el macho alfa, acabará convirtiéndose en un tipo que da gusto tener al lado, mal hablado (Su frase mítica es “!Joder Stone, necesitamos armas más grandes!”), adicto al chocolate, café y demás… 

Eso no son armas, en realidad, su virilidad es una arma de fuego con cañones rotatorios.

 

            Finalmente, el trío protagonista lo completa la chica de turno que es la viuda del compañero de Hauer y amor correspondido, pero imposible del protagonista. La interpreta una actorcilla llamad Kim Catrall, que si os suena de algo es por ser una de las mujeres de vida alegre de Sexo en Nueva York. La actriz demuestra como es capaz de darse una ducha con la boca abierta.

            La investigación va de asesinato sangriento a asesinato sangriento, siendo el leit motiv (¿Se escribe así?) las corazonadas del protagonista. Digo que debe ser la intuición del protagonista porque no hay ningún hilo narrativo medianamente coherente entre escenas. Tampoco se nos explica cuanto tiempo ha pasado desde la primera ola de asesinados a la que retrata el film o porque se detuvieron. Lo más acojonante son las explicaciones medio espiritistas que se montan los protagonistas para llegar a la conclusión de que el asesino es un enviado de Satán o el mismo demonio en si… bueno, total a nadie le importa mucho. Eso si, el bichejo en cuestión, el asesino en serie que nadie ve, es un monstruaco de más de dos metros con necesidad de una buena manicura. El diseño es una copia de bazar chino de Alien. A continuación tenéis tres muestras de esto. Primero un asesinato sanguinario pero pulcro (sangre por todas partes menos en el cabello de la chica y la cara), uno de los pocos momentos conseguidos, cuando el bicharraco le pone la manopla sobre la cabeza al pringaillo de Stone y finalmente la imagen del bicho en si recién llegado de la Nostromo. 

            Es un hecho contrastado que la película, de mala que es, llega a ser entretenida. La ambientación casposa y decadente ayuda a ese cometido. Las actuaciones son totalmente caricaturescas y acartonadas, pero tiene sus momentos graciosillos por lo desfasados y pasados de vueltas, como ver a Hauer intentado calmar a la chica en la bañera o el ataque a la comisaría… pura anti-lógica. Aquí tenéis dos elementos más que describen claramente la película: el malo tatua en el cuerpo del compañero la clave para descubrir quien es y como ser vencido, y una muestra de lo que el director considera sexy, un pandero de sadomasoquista…eso dice mucho del personajillo. 

             En definitiva, una de esas pelis que solemos sacar por aquí para hacernos unas risas y que en cualquier gran superficie encontrareis por tres o seis € en una edición bastante cutre.